domingo, 31 de julio de 2016

Calles


Recorriendo las calles encontré mi lugar lejos de mi hogar. En ellas encontré mi hogar. Voces a mi alrededor insinúan sobre una vida mejor. Opino diferente y me gusta está lugar, repleto de gente diferente expresando lo que siente. Nadando contracorriente a pesar de lo que digan. Aquí encontré mi lugar, cosa que en su mundo no logre encontrar, artistas, bohemios, esa es mi gente.Tanta anécdota podría contar, necesitaría más palabras de las que en este momento quisiese relatar. Otra noche recorriendo las calles de bar en bar hasta que el amanecer nos obligue a regresar. Brindaremos por un futuro mejor mientras la mierda salpica nuestro alrededor.
Y así se esfuman las horas, se pasan los días y nuestra vida quizás mejora. Entre cerveza y cerveza nada se soluciona. Personas sabias nos indican el camino. Lucha por lo que quieres y veras el camino hacia un bonito destino y algún día entenderás que nada se logró sin luchar.

Carlos Flores Muñoz

sábado, 30 de julio de 2016

Un día mas


Las hojas esparcidas sobre las calles se amontonaban. Jugueteando con ellas el viento las revolvía, agitándolas a través de la urbe. El otoño estaba aquí, con sus fríos, lluvias y calles vacías. Mendigos refugiados en chabolas de cartón. Esta ciudad es como es. Estancada en la comodidad de los elegidos. Mientras tanto los demás, currando o no nos vamos apañando.
Otro día más, todo sigue igual. Hoy nos refugiamos en algún bar. Colillas a mi alrededor. Demasiada prisa por volver a una comodidad empeñada en no regresar. Un amigo que se va. 
- ¿Quedamos para charlar con el WhatsApp? 
Alguien se empeñara en mostrarnos su realidad. El tiempo se nos va.
- ¿Demasiada prisa por llegar a qué lugar?
Nuestra realidad, oculta tras un muro de falsedad, marca el camino hacia la ansiada felicidad. 
- ¡Pretenden enseñarme lo que solamente yo puedo darme¡
Se esfuma un día más. Las calles un poco más sucias y las personas aisladas en sí mismas.Bienvenidos a nuestra sociedad.

Carlos Flores Muñoz

viernes, 29 de julio de 2016

Caminante


El agua fluía a través del riachuelo. Apenas cubría mis pies. Atravesándolo alcance la otra orilla. Mojarse fue inevitable. Con el calor estival en pleno apogeo agradecí el fresco contacto del agua. Una tortuga paseaba por la orilla. Un cangrejo fue la victima con la que decidió alimentarse. Continúe paseando mientras disfrutaba del paisaje.
El sendero se transformó en un camino pavimentado. Esa naturalidad tan escasa se rompió para retornar a la normalidad. Esos momentos de soledad eran necesarios, aunque solemos empeñarnos en lo contrario. Extraje el paquete de tabaco y una hoja de papel. Ya casi ni me costaba trabajo hacérmelos. ¿Demasiados?
Expulse varias caladas de humo antes de continuar. Por algún motivo hoy rebosaba energía. Demasiado tarde para darme cuenta los kilómetros desaparición bajo mis pies. Emprendí el regreso antes del anochecer. La luz del día seria mi guía. Una familia cenaba entretenida. Ocupados como estaban, mi presencia paso desapercibida.
Y de tanto que camine, consecuentemente me embelese y por lo tanto me extravié.

Carlos Flores Muñoz

jueves, 28 de julio de 2016

Desahuciado



Déjame que te cuente una historia. Es la historia de un hombre que tenía una ilusión. Pero la vida le jugó una mala pasada y con todo, él supo levantarse. Sin embargo, más tarde, volvió a tropezar y de este nuevo golpe supo aprender algo nuevo.
Fue creciendo y aceptando tal cual era su nueva condición. Mantuvo fielmente sus ideales pagando el precio correspondiente… Pobreza, acosos, incomprensiones…Todo fue asimilado. El mundo cruel y sañudo le sonreía hipócritamente. La vida seguía su curso inapelable.
No aparecieron cambios en su humana condición, pues, fiel a sus principios y a la hospitalidad de aquellos que le dieron el ser le mantenían y revivían su espíritu indomable.
El, ansiaba aún más. Cada jornada se habría nuevos horizontes por los que navegar.Y adentrándose en el bosque preñado de peligros, lo surco de norte a sur y de este a oeste… Anduvo y anduvo serpenteando caminos sin destinos perceptibles. Eran largos y tras complicadas penurias logro alcanzar la meta.
El precio fue magno, las despedidas cuantiosas. El placer de lo conocido y las vivencias obtenidas le hicieron feliz en los momentos de soledad…
Y lejos del hogar, en lontananza de sus afectos recordaba los versos del poeta:
- Caminante, no hay camino
- Se hace camino al andar.
- Golpe a golpe, verso a verso…
El, quedo esperanzado…

Carlos Flores Muñoz